Los azulejos del pórtico de entrada de la Basílica de N.S. del Prado: Jiménez de la Llave, Arroyo, Ruiz de Luna y Henche

 



En un esfuerzo sostenido que ha durado casi seis años, la Basílica de N.S. del Prado ha completado exitosamente el proceso de restauración de la azulejería de su pórtico de entrada durante el mes de diciembre de 2023. Este meticuloso trabajo comenzó en febrero de 2018 con la colocación de un soporte de madera, una medida preventiva crucial para salvaguardar los azulejos de su deterioro; en la parte exterior del soporte de madera se colocaron unos vinilos con la reproducción de los azulejos. En julio de 2023, se procedió a la cuidadosa extracción de los azulejos y su completa recuperación, un trabajo llevado a cabo con éxito gracias a la actuación del Ayuntamiento de Talavera de la Reina y la empresa In Situ Conservación y Restauración, adjudicatarios de los trabajos. Gracias a estas actuaciones, ya podemos disfrutar de nuevo contemplando esta gran obra en todo su esplendor.

Sin embargo, estos azulejos tienen una fascinante historia que contar. La presencia de estos azulejos en el pórtico de entrada de la Basílica del Prado no fue una tarea sencilla. Más bien, es el legado tangible de la perseverancia de varios personajes pertenecientes a la sociedad talaverana de hace más de un siglo. El propósito de este artículo es destacar la dedicación, en mayor o en menor medida, por cada uno de ellos. 

La manufactura de los azulejos data del año 1571 y provienen del Hospital Antoniano ubicado en el corazón de Talavera de la Reina. El mérito de la instalación de estos azulejos en el pórtico de entrada de la Ermita de N.S. del Prado en el año 1927 corresponde a las siguientes personas:

Luis Jiménez de la Llave.
Francisco Arroyo Santamaría.
Juan Ruiz de Luna.
Francisco Andrés Henche. 

Luis Jiménez de la Llave: visionario y protector del patrimonio, desempeñó un papel crucial en la preservación de los preciosos azulejos de un edificio al borde del colapso, vendido por el Estado a un particular. En 1866, su intervención fue decisiva al lograr que el municipio adquiriera los azulejos, impidiendo su venta, que ya se había producido, y evitando así su traslado fuera de Talavera. Don Luis no solo denunció la situación, sino que también fue la persona que propuso el traslado de los azulejos a la Ermita de N.S. del Prado. Para garantizar su resguardo, los azulejos fueron cuidadosamente almacenados en cajones de madera recubiertos de paja. Aunque la gran mayoría encontró su lugar en el interior de la Ermita, alrededor de 1.700 azulejos aguardaron pacientemente almacenados en la sacristía durante varios años antes de su instalación final.

Francisco Arroyo Santamaría: en su destacada etapa como concejal en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina durante el mandato de Justiniano López Brea (1926-1930) se generó un impulso significativo por parte del ayuntamiento para revitalizar tanto la Ermita como los jardines del Prado. Este maestro y reconocido ceramista será el responsable de licitar las obras de instalación de los azulejos en el pórtico de entrada de la Ermita de N.S. del Prado. Su visión y compromiso dejaron una marca indeleble en la transformación de estos espacios, consolidando así su legado en la historia de Talavera de la Reina.

Juan Ruiz de Luna y Francisco Andrés Henche: fueron los adjudicatarios de la obra, siendo este proyecto su único trabajo de colaboración conocido. La sinergia entre estos dos talentosos individuos resultó fundamental para la ejecución exitosa de la obra. Parte de los azulejos de repetición fue elaborada por ambos artistas.


(Pórtico de entrada de la Ermita del Prado)

La denominación actual de Basílica de Nuestra Señora del Prado es reciente, del año 1989. Hasta entonces, se llamaba Ermita de N.S. del Prado.

Gracias a las crónicas de los diarios El Tajo y El Castellano, podemos comprobar la información facilitada en la época. La publicación El Tajo muestra varios artículos de Jiménez de la Llave defendiendo los azulejos, mientras que El Castellano muestra secuencialmente cómo fueron los acontecimientos que llevaron a su colocación final bastantes años después.

Como muestra, aparece una referencia sobre el acuerdo del Ayuntamiento de Talavera de la Reina publicado en el diario El Castellano del 23 de diciembre de 1926. La transcripción de la crónica es la siguiente: "Se da cuenta de las dos únicas instancias que se han presentado para la fabricación de azulejos de repetición, con destino a la ermita de la Virgen del Prado; están suscritas una por el señor Henche, que ofrece los azulejos al precio de 35 pesetas metro cuadrado, y otra por el señor Ruiz de Luna, que lo ofrece al mismo precio. La permanente, en vista de la identidad de ofrecimiento, adjudica la mitad de la obra a cada uno de los dos concursantes, ateniéndose éstos en un todo al pliego de condiciones."

Diario El Castellano, 23 de diciembre de 1926.


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© Septimio Andrés Domínguez.


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Otro blog del autor: Riego de Ambrós.

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