Daniel Zuloaga aparece citado varias veces en este blog como una de las personas que animaron a Enrique Guijo a desplazarse a Talavera de la Reina para decorar unos cacharros en el alfar de El Carmen en 1907. En este artículo se repasa su trayectoria artística a través de la prensa histórica en su primera etapa en la ciudad de Segovia, mientras trabajó en El Laboratorio de la Fábrica de loza La Segoviana.
Natural de Madrid, se formó como ceramista junto a sus hermanos en Francia, en la escuela de cerámica Manufacture Nationale de Sèvres, desde 1865. En 1871 ya estaba de vuelta en Madrid, trabajando como decorador, y en 1877 comienza a trabajar como ceramista en la fábrica-escuela familiar de La Moncloa. En 1892 finalizó, junto a su hermano Guillermo, los grandes murales cerámicos que decoran las fachadas de la Escuela de Ingenieros de Minas de Madrid y su claustro. De esta época también son sus trabajos de decoración del Palacio de Velázquez y el Palacio de Cristal, ambos en el Parque del Retiro.
Sala previa al claustro de la Escuela de Minas, elaborada por los hermanos Zuloaga.
En los últimos años del siglo XIX deja Madrid para trasladarse a Segovia. Es aquí donde comienza esta historia y la relación de Daniel Zuloaga con la ciudad de Segovia.
La prensa segoviana pronto acogió a su nuevo vecino con entusiasmo, dando a conocer las obras que el artista estaba elaborando en la fábrica La Segoviana. La primeras noticias se editan en el año 1897, destacando la decoración del edificio de la revista Blanco y Negro en la calle Serrano de Madrid, o el retablo cerámico del Cristo de la marquesa de Lozoya en la Catedral de Segovia.
El Adelantado, 7 de enero de 1897.
Decoración del edificio Blanco y Negro, ABC, al que se refiere la noticia anterior.
El Adelantado, 22 de abril de 1897.
Retablo cerámico del Cristo de la marquesa de Lozoya en la Catedral de Segovia, al que se refiere la noticia anterior.
Tal fue el éxito de las obras elaboradas por Daniel Zuloaga que el Estado le encargó la decoración del Ministerio de Fomento, obra que realizó en el alfar de La Segoviana, en un edificio anexo al que llamó El Laboratorio. Aquí, Zuloaga elaboró sus obras contando con personal auxiliar, mientras la fábrica producía su propia loza con su sello independiente; se trataba de actividades diferentes en un marco de colaboración.
La Correspondencia de España, 31 de octubre de 1897.
Ministerio de Fomento (hoy Ministerio de Agricultura).
A diferencia de la fábrica-escuela de La Moncloa en 1889, Daniel Zuloaga contaba con una producción de calidad y presentó sus obras en la Exposición de París de 1900.
El Porvenir Segoviano, 16 de junio de 1899.
El alfar La Segoviana era propiedad de los hermanos Marcos y Ventura Vargas, que permitían a Daniel Zuloaga realizar su obra en azulejos en El Laboratorio. Este alfar contaba con cinco hornos.
El Porvenir Segoviano, 7 de febrero de 1900.
El Laboratorio de Daniel Zuloaga en la Fábrica de loza La Segoviana.
Era habitual que el tren trajera a Ignacio Zuloaga, el gran pintor sobrino de Daniel Zuloaga. Aunque tenía su residencia habitual en París, tenía una relación muy buena con su tío. Se hospedaba por temporadas en la casa segoviana de Daniel para trabajar en sus óleos y recorrer España juntos.
El Porvenir Segoviano, 7 de agosto de 1902.
En estos primeros años del siglo XX las obras de Daniel Zuloaga son numerosas y de admirable ejecución, como los murales cerámicos que le encargó Tomás Allende para sus residencias en Madrid y en Bilbao.
El Porvenir Segoviano, 20 de abril de 1902.
Mural de azulejos de Daniel Zuloaga para Tomás Allende en su casa de Bilbao. 1900.
En esas largas estancias que el pintor Ignacio Zuloaga realizaba en Segovia en la casa de su tío Daniel, era habitual que se desplazaran por España para tomar referencias de paisajes, lugareños y sus vestimentas. En Salamanca les ocurrió una anécdota: se dispusieron a pagar 25 pesetas por una chaqueta, algo insólito para el sastre, que avisó a la policía creyendo que se trataba de dos timadores que pagaban con dinero falso; allí eran desconocidos, mandaron llamar a Unamuno, pero no se encontraba en Salamanca. Una vez resuelto el asunto, telegrafiaron a Bilbao interpretando allí que fueron encarcelados. Parece que los Zuloaga se tomaron esta anécdota con humor.
La Correspondencia de Alicante, 15 septiembre de 1903.
El Adelantado, 19 de septiembre de 1903.
La obra producida por Daniel Zuloaga durante su estancia en La Segoviana fue numerosa, como se indica en esta crónica:
Diario de Avisos de Segovia, 10 de agosto de 1904.
En 1905 el hijo de Daniel Zuloaga, Juan, se incorpora a trabajar con su padre. Le llaman Juanito.
El Porvenir Segoviano, 14 de octubre de 1905.
Desde 1906, Daniel Zuloaga suele exponer cada año en la Exposición General de Bellas Artes.
La Ilustración Artística, 9 de julio de 1906.
En 1906 Daniel Zuloaga trasladó su residencia a San Sebastián, dando un buen disgusto a los segovianos. Pero lo que nadie sabía, lo mismo ni el mismo Zuloaga, es que el nexo que había creado con Segovia le haría volver al año siguiente.
El Porvenir Segoviano, 10 de septiembre de 1906.
En 1906 compró la amortizada iglesia de San Juan de los Caballeros para establecer su propio taller, finalizando así su relación con la fábrica de loza La Segoviana. Además, se hizo anticuario, mostrando en su publicidad la dirección de su nueva residencia desde 1907.
El Adelantado, 5 de diciembre de 1907.
La Segoviana comenzó su andadura en 1861, siendo adquirida por la familia Vargas en 1875.
Sus productos destacaron entre el resto de lozas españolas.
Producían loza ordinaria y fina, y piezas decorativas.
Permaneció activa hasta 1992.
Bandeja y sopera de La Segoviana.
Mis fuentes:
- Biblioteca Virtual de la Prensa Histórica.
- Rubio Celada, Abraham. Cerámicas de La Moncloa de la época de los Zuloaga en el museo Cerralbo.
- El blog de Madrid a 360.
- El blog Una ventana desde Madrid.
- Fundación Zuloaga.
- Itsasmuseum Bilbao.
- Turismo de Segovia.
© Septimio Andrés Domínguez.
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Listado de artículos publicados en este blog:
33. La cerámica de Daniel Zuloaga en La Segoviana. Leer más ...
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31. El Palacio de Hielo de Madrid y la cerámica talaverana. Leer más ...
30. Francisco Alcántara y la Escuela de Cerámica de Madrid. Leer más ...
29. La cerámica de la familia Niveiro. Leer más ...
28. Francisco Arroyo: ceramista, maestro, escritor y político. Leer más ...
27. Platón Páramo en las crónicas del primer tercio del s.XX. Leer más ...
26. El espíritu empresarial de Juan Ruiz de Luna y el modelo del doctor Henche. Leer más ...
25. El ceramista Enrique Guijo. Leer más ...
24. Cerámica Henche en el madrileño portal de la calle Serrano Jover. Leer más ...
23. Ginestal y Machuca. Pintores talaveranos contemporáneos del doctor Henche. Leer más ...
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20. Fernando Broncano y el doctor Henche. Leer más ...
19. Aguado, Montemayor y Henche. Una obra cerámica conjunta en Toledo, muy particular. Leer más ...
18. La cerámica Henche citada en la declaración de Bien de Interés Cultural de la Cerámica de Talavera de la Reina. Leer más ...
17. Los azulejos del pórtico de entrada de la Basílica de N.S. del Prado: Jiménez de la Llave, Arroyo, Ruiz de Luna y Henche. Leer más ...
16. La cerámica de la Casa Henche en la Venta de El Toboso. Leer más ...
15. Los libros del doctor Henche y la cerámica de la casa Henche. Leer más ...
14. El doctor Henche influenciado por Marie Curie. Leer más ...
13. La vulcanizadora de Henche. Leer más ...
12. Cerámica Henche en los jardines del Prado y en su Ermita. Leer más ...
11. El Sanatorio del Carmen (1931-1936). Leer más ...
10. La Revista Salux (1933-1936). Leer más ...
9. La cerámica de la Casa Henche. Leer más ...
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3. Pueblanueva. Leer más ...
2. La Universidad Central de Madrid. Leer más ...
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