La cerámica de la casa Henche


  En su época de alumno de medicina en la Universidad Central de Madrid, Francisco Andrés Henche destacó por lo bien que dibujaba las láminas médicas, incluso su profesor, el Dr. D. Santiago Ramón y Cajal, en varias ocasiones le pidió que reprodujera al detalle lo que veía en el microscopio, un honor reservado a unos pocos. Francisco conservó estas láminas durante años y las enseñaba con orgullo. 

  Una vez que el doctor Henche (se le conocía por su segundo apellido) comienza a ejercer como médico en Pueblanueva, quedó impresionado por la cerámica talaverana y será en el Palacio de Velada donde posiblemente le surja la idea de crear una fábrica de cerámica artística, influenciado por el espíritu de Ruiz de Luna, que toma el testigo de la cerámica talaverana de los siglos XV, XVI y XVII.


(Seda de la casa Henche. Virgen del Prado)

  Así, en 1.919 el doctor Francisco Andrés Henche funda su fábrica de cerámica “Henche”, aunque nace como una fábrica de cerámica muy peculiar: no realiza piezas en barro, sino que plasma el estilo Talavera en tela de seda, hilo y tapices. Quizás en un intento de rememorar las obras de la Real Fábrica de Seda de Talavera de la Reina de 1748-1851.

(Seda de la casa Henche)


  Henche destaca por la tonalidad de los colores y por el manejo del pincel, que desliza con precisión cual bisturí. El doctor ceramista investigó sobre las técnicas de las telas en épocas antiguas para reproducirlas, incorporando a su librería numerosos libros de telas y del vestido. Para mejorar sus reproducciones, añadió libros de arte antiguo, monumentos de España y de galerías de los museos de España.

(Seda de la casa Henche. Montería)

  Después, Henche se inicia en la azulejería. No tiene horno, por lo que el doctor Henche inventa una nueva técnica: reproducir la pintura talaverana sobre paneles de uralita, imitando al azulejo en una cuadrícula, donde consigue tal realismo que no se aprecia la ausencia de azulejo una vez ejecutado el trabajo. El espejismo sorprende. Un periodista de El Castellano en el año 1.925 escribe: “No son clásicos trabajos de cerámica, no son composiciones sobre azulejos, sino sobre esa uralita milagrosa que ha triunfado en la industria moderna con su belleza, su utilidad y su sencillez”. También, Ángel Ballesteros con motivo de su visita a la casa de la calle Sol en el año 1.981 escribe : “… imitan a los azulejos con tal precisión que a simple vista no se distinguen. Estos cuatro azulejos están pintados sobre una capa de estuco sobre la pared…”.

(Cerámica reproducida sobre uralita de la Casa Henche)

Más adelante, Henche incorporará azulejo real a su producción. Lo adquiere en bruto a uno de los alfares talaveranos, donde los lleva a cocer una vez realizado el dibujo.

Firma de cerámica Henche sobre cuadro de azulejos.

  En esta evolución, Henche completa su oferta con la producción de piezas de cerámica. Aunque se producen dos actividades paralelas. Por un lado, lleva sus piezas al horno de un alfar, creando la producción de las piezas de la firma Henche; y por otro, se une a Julián Montemayor en 1925 creando la firma Henche-Montemayor, donde Montemayor mantendrá también su producción independiente. Las piezas se venden por toda España, principalmente a familias acomodadas.

(Sello de la cerámica Henche, bajo pieza cerámica)

(Sello de la cerámica Henche-Montemayor, bajo pieza cerámica)

  La casa Henche-Montemayor empieza a obtener premios. El primero lo consigue en el mes de febrero de 1925 en la exposición de Madrid, en el Palacio de Hielo, ganando el Diploma de Honor. La exposición fue visitada por la Reina Victoria Eugenia, que adquirió unos abanicos de la casa Henche.

(Exposición General de la Construcción. Madrid, 1925)

 La editorial aparece en la Revista "La construcción moderna", Revista quincenal ilustrada de Arquitectura, Ingeniería e Higiene urbana. 15 de febrero 1925. La transcripción del texto es así: “CASA HENCHE. Una estampa policromada era la instalación que la Casa Henche presentó en la Exposición de la Construcción. Quien no haya visitado el certamen jamás podrá darse cuenta de la belleza armónica de aquella instalación en que la industria talaverana, fiel a su tradición, derramó su exuberante fantasía de artistas de rancio y neto temperamento español. Quisiera poseer la pluma erudita de Alcántara para hacer la historia de las cerámicas de Talavera desde su comienzo a nuestros días, cantando sus épocas de esplendor e historiando sus periodos de decaimiento. Pero a este albañil cronista, o cronista albañil, no le está permitido internarse en el campo de la historia, ni del arte, y por ello voy a concretarme a contar a mis lectores la composición del stand y a recordarles algún detalle. La instalación de la Casa Henche constaba de azulejos, jarrones de todas clases, servicios de café, juegos de mantelería, de visillos, cojines, bolsos de mano y de espléndidos abanicos expuestos en elegantes vitrinas, artísticos centros y talaveranas mesas. Su aspecto era atrayente, su tonalidad artística y su riqueza hacía detenerse a cuantos visitaron a la exposición, y sobre todo, a las señoras que no se conformaban en salir del Palacio de Hielo sin haber adquirido alguno de los objetos expuestos. Era un marco precioso; por ello, sin duda, y comprendiendo que no hay nada que pueda adquirir la definitiva denominación artística, si no está avalorado con la presencia de una mujer. S. M. la Reina Dª. Victoria Eugenia tomó posesión del stand, examinó todos los objetos, aceptó el regalo que le hizo la Casa, compró unos abanicos y permitió que se la fotografiase, teniendo como dama de honor a una gentil hija del pueblo, a la bella mecanógrafa del stand número 1, que había ido, rodilla en tierra, a ofrecerle un artístico ramo de flores.”




(Abanico en seda de la casa Henche)

  Henche tiene sus productos a la venta en la Calle del Sol, 14 (en Talavera de la Reina) y en la Calle Latoneros, 2 (Madrid).

  En el mes de agosto de 1925 Henche-Montemayor se presentan a la exposición “Cerámica y Alfarería Artísticas Toledanas”, donde logran la primera medalla. Organiza la comisión de festejos del Ayuntamiento de Toledo, que invita a todos los ceramistas y alfareros artísticos toledanos para que concurran a la gran exposición que tendrá lugar en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza. Hay que destacar que Ruiz de Luna no presentó su obra en esta exposición.

(Seda de la Casa Henche)

  El diario El Castellano publicó varias noticias durante los días de la exposición y destacó el anuncio de los ganadores. 

(Anuncio de El Castellano. 21 de agosto de 1925)


  El 22 de agosto de 1925 el diario El Castellano destaca el repostero encargado por la Casa de Alba para ornar su palco del Teatro Español y los abanicos en seda con palillería de nácar.


(Publicaciones de 1925 en La Mancha Artística e Industrial)

  La unión con Julián Montemayor apenas duró dos años, continuando su actividad cada uno por separado. Repartieron la producción de piezas de barro, quedando la casa del doctor Henche repleta de piezas: filas de jarrones, ánforas, etc. En la planta superior de la casa de la calle Sol estaba el taller de telas. El doctor tenía contratados a artistas para pintar y bordar, destacando Tomasa Ocaña, Casildo Rodrigo, Miguel del Olmo, Centeno y Aurelia “La Rubia”. Muchas piezas fueron pintadas por el propio doctor Henche y por Fernando Broncano.


(Artistas dibujando sobre tela de seda, cerámica Henche)
En el centro la hija del doctor Henche, Victorina.

(Pieza cerámica de Henche-Montemayor)

(Plato de cerámica Henche-Montemayor, 1925)

  Las obras cerámicas de Henche se hacen internacionales, concursando en premios y ganando uno en Milán y otro en Filadelfia. Las obras ganadoras fueron el famoso repostero del Duque de Alba y un tapete de mesa con cuatro escudos de España, Madrid, Toledo y Talavera.

(Jarra, Cerámica Henche)

  Sus trabajos cerámicos en temas religiosos también logran prestigio y le llegan pedidos de varias iglesias, aunque destaca el pedido del año 1926, un encargo del Ayuntamiento de Talavera de la Reina para colocar en el pórtico de entrada de la Ermita del Prado los azulejos de la suprimida Iglesia de San Antón, obra que realizó en el año 1927 junto a Ruiz de Luna. También, en 1925 el Ayuntamiento de Talavera autorizó a Henche-Montemayor la instalación de seis bancos cerámicos en los Jardines del Prado, más un banco cerámico monumental frente al kiosko de la música.
  Para más información sobre estos dos últimos puntos, ver el siguiente artículo.




(Ánfora. Cerámica Henche)


  Una de las obras más populares de Francisco Andrés Henche es la Virgen del Prado. Él mismo se ocupaba de su realización y las dedicaba a familiares y amigos. Lo realizaba bien en placas de uralita o en azulejo.

(Virgen del Prado, Cerámica Henche).

  Los apliques de pared con forma de dragón y fauno también fueron muy populares. Eran ejecutados por el propio Francisco Andrés Henche.

(Aplique de fauno, Cerámica Henche)

(Aplique de dragón, Cerámica Henche)

  La decoración interior de edificios y portales también tiene una demanda importante en Madrid. Henche combina los murales cerámicos, con sus frisos, zócalos y escalones, con las vidrieras artísticas y la madera noble, logrando un resultado elegante a la vez de acogedor.

(Cuadro cerámico en portal de Madrid, La Vendimia de Francisco de Goya. Cerámica Henche)

(Combinación de cerámica, vidriera y madera noble. Portal de Madrid. Cerámica Henche)


(Decoración de interior de edificios. Madrid. Cerámica Henche)

 
(Jarrón, Cerámica Henche)

(Jarrón, cerámica Henche)

(Jarrón, Cerámica Henche)

(Cojín en seda de Cerámica Henche)


(Cojín en seda de Cerámica Henche)


(Plato de Cerámica Henche)

(Jarrón con motivo de la Virgen del Prado, de Cerámica Henche)

(Plato, Cerámica Henche)

(Secante, Cerámica Henche)

(Botijo, Cerámica Henche)

(Tintero, Cerámica Henche)

(Tintero, Cerámica Henche)

(Plato de cerámica Henche-Montemayor, 1925)

(Candelabro, Cerámica Henche)






© Septimio Andrés Domínguez.


Ya se encuentran disponibles los libros del doctor Henche:

    

 

Si estás interesado en descubrir la fascinante historia del doctor Henche y su legado en la cerámica y medicina talaverana, ya se encuentran disponibles ambos libros. A través de estas páginas, te sumergirás en un viaje inolvidable a través del tiempo, explorando la riqueza histórica de Talavera de la Reina y descubriendo la pasión y dedicación de este destacado médico y artista.

Ya puedes disfrutar de estas cautivadoras historias que han sido cuidadosamente documentadas para preservar el legado del doctor Henche. Cada libro incluye varias fotografías de las clínicas del doctor y de la obra cerámica de la Casa Henche y Henche-Montemayor.

Los relatos de los hijos del doctor Henche muestran la fascinante conexión entre la cerámica de Talavera de la Reina y la medicina durante el primer tercio del siglo XX.



©Septimio Andrés Domínguez.




Otro blog del autor: Riego de Ambrós.

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